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¿Es adictivo el cannabis?
Los activistas antidroga quieren hacerte creer que la marihuana es adictiva y que te arruinará la vida. No es así. Por el contrario, algunos fumetas te convencerán de que no hay peligro de adicción, pero ni siquiera eso es del todo cierto. El cannabis no es completamente seguro en este sentido, pero hay que tener en cuenta los distintos niveles de adicción.
¿Es adictivo el cannabis? La actitud actual hacia el cannabis es mucho menos negativa y paranoica. Esto puede llevar a un exceso de optimismo en algunos casos, ya que mucha gente cree hoy en día que la marihuana no tiene absolutamente ningún potencial adictivo. Desgraciadamente no es así, el concepto de adicción es mucho más amplio de lo que muchos creen y, para comprender plenamente el potencial adictivo del cannabis, debemos considerar sus distintos tipos.
Definición de dependencia
Para seguir adelante, deberíamos establecer una definición básica de dependencia. Como ocurre con otras enfermedades, también debemos tener en cuenta las distintas fases de desarrollo de la dependencia.
Modelo teórico de dependencia
Los investigadores Koob y Volkow definen la adicción utilizando cuatro factores diferentes. En primer lugar, debe ser crónicamente recidivante, lo que significa que puede seguir reapareciendo, incluso cuando parece haber desaparecido. Además, la adicción se manifiesta a través del ansia y el consumo constantes del cannabis incapacidad para controlar el ritmo de consumo, y emociones negativas cuando la persona no puede conseguir cannabis.
Si todos estos comportamientos se dan juntos, se considera que la persona es dependiente del cannabis. Incluso después de la recuperación, la persona sigue considerándose adicta si estos comportamientos se han producido durante mucho tiempo.
Tres grados de dependencia
Los científicos describen la adicción en tres fases. Comienza con el shock de la intoxicación, seguido del retraimiento/afecto negativo hasta la preocupación/anticipación.
La intoxicación excesiva se caracteriza por varios tipos de comportamiento. La primera y más destacada es la impulsividad excesiva en lo que respecta al consumo de cannabis, junto con una compulsión frecuente a consumir cannabis a pesar de las consecuencias negativas. La segunda característica es una gran liberación de dopamina en determinadas situaciones, concretamente, en momentos en los que el cerebro asocia el consumo de drogas. El cerebro hace esto simplemente para motivarte a seguir consumiendo cannabis.
La fase de abstinencia/afecto negativo, desencadenada por las reacciones de proceso contrario que siguen a un atracón, tiene otros síntomas neurológicos. Para empezar, el sistema de recompensa de tu cerebro se altera para tener un umbral más alto para el incentivo de consumir drogas. Esto, en lenguaje sencillo, hace que sea más difícil sentirse motivado para hacer cosas que no estén relacionadas con las drogas. También se deteriora la capacidad de controlar las emociones, sobre todo cuando se trata de sentimientos negativos. La fase de abstinencia, en particular, provoca un aumento de la ansiedad, disforia, sentimientos morbosos e irritabilidad crónica.
Tras la abstinencia, la fase precognitiva/precognitiva supone un riesgo de recaída. Este riesgo se manifiesta en forma de tres alteraciones neurológicas. Como antes, el cerebro se siente cada vez más atraído por cualquier estímulo que asocie con la droga. Como el cerebro libera más dopamina en estas situaciones, también ofrece menos dopamina cuando se expone a señales normalmente positivas no relacionadas con las drogas. Cuando éstas se yuxtaponen, el cerebro se vuelve menos capaz de inhibir comportamientos que podrían considerarse inadaptados.
Trastornos por consumo de anabis
Las personas que consumen cannabis lo sufren, aunque perjudique su salud y su calidad de vida. Las personas con este problema también se retrasan en el trabajo o en sus responsabilidades sociales a causa de él y pasan la mayor parte de su tiempo intentando conseguirlo.
Si esto te suena familiar, es porque se trata de las mismas características que pueden observarse en cualquier forma de adicción. Los índices de adicción entre los consumidores de cannabis son mucho más bajos que los de las drogas más duras, pero no deben subestimarse. En raras ocasiones, un uso excesivo puede destruir la vida y la integridad física.
Adicción al cannabis: ¿física o psicológica?
Sabiendo cómo es la adicción, también podemos examinar los distintos tipos de adicción. Concretamente, debemos distinguir entre adicción física y psicológica. La adicción física implica que el cerebro tiene una necesidad física de consumir cannabis para seguir funcionando y sobreviviendo. Sin el fármaco, el cuerpo empieza a sentir náuseas hasta que se obtiene más. Sin embargo, esto sólo puede ocurrir con drogas que contengan sustancias adictivas como la heroína, la metanfetamina o la nicotina.
La adicción mental es diferente. En lugar de una necesidad física de la droga, el adicto siente una fuerte necesidad mental de consumirla. El cuerpo no lo necesita, pero el cerebro intenta convencer al individuo de que sí lo necesita. Sin embargo, esto también puede experimentarse con otras cosas, no sólo con drogas. Puede ser comer un determinado tipo de comida, ir al gimnasio o incluso hacer ejercicio. Si te pasas todo el día en ello, te dedicas en exceso y tu compulsión afecta negativamente a tu vida, lo más probable es que seas psicológicamente adicto. No es tan perjudicial como una adicción física, pero no deja de ser una adicción.
La marihuana, aunque no contenga sustancias adictivas, puede ser la base para desarrollar una adicción psicológica. No causará los mismos problemas que la adicción al alcohol, a la heroína o a las metanfetaminas, pero sigue habiendo riesgo de problemas. La motivación para hacer otras cosas disminuirá y la capacidad de la persona para funcionar sin ella disminuirá. Peor aún, los grandes consumidores pueden experimentar síntomas físicos de abstinencia, como problemas gastrointestinales y disminución del apetito.
Cómo la marihuana puede llevar a la adicción
¿Cómo se vuelve uno adicto al cananbis? Suele empezar como una actividad casual entre amigos, es probable que empieces a consumirlo todos los días, y luego incluso varias veces al día.
Como ocurre con otras drogas, el cuerpo crea tolerancia y la vía de recompensa del cerebro cambia. Cuando tomas más, también empiezas a necesitar más para sentir la misma satisfacción que la primera vez.
Aun así, muchas personas que consumen marihuana a diario son capaces de llevar una vida decente. Pero los que tienen una voluntad más débil están peor.
Adicción a la hierba – conclusión
La respuesta a la pregunta planteada en el título es: Sí, la marihuana puede ser adictiva. La adicción al cannabis es más rara y mucho menos grave que la adicción a sustancias más duras, como la heroína y la metanfetamina, o incluso la nicotina y el alcohol.
Si puedes gestionar tus prioridades sociales y profesionales y mantenerte sano, no hay motivo para preocuparse por el cannabis. Por otra parte, si sabes que eres adicto o tienes una fuerza de voluntad débil, quizá debas replanteártelo todo.

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Fuente : canatura
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Publicado por Blood
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