El cannabis es el motor de este proyecto.

Los ingenieros del cáñamo se han sacado otro as de la manga en forma de condensadores de cáñamo. La sorpresa es que los condensadores de cáñamo son incluso más fuertes que sus competidores de litio o grafeno.

De hecho, el cannabis es extremadamente versátil. Se utiliza para fabricar papel, textiles, plásticos biodegradables, hormigón, alimentos saludables y combustible. El Ford Modelo T, apodado la Liza de Hojalata, funcionaba con biocombustible de cáñamo hace 100 años. Además, también contenía biopolímeros hechos de cáñamo. Ahora parece que el cáñamo puede utilizarse para fabricar componentes electrónicos.

Condensadores de cannabis

El científico Robert Murray Smith publicó un vídeo en su canal de YouTube en el que mostraba el potencial del condensador de cáñamo en 2016. En el experimento, Smith observó las características del voltamperograma y descubrió que la salida del condensador de cáñamo tenía un valor de 31, mientras que la célula de litio sólo alcanzaba un valor de 4.

Ya en 2014, científicos de la Universidad de Clarkson, en Nueva York, descubrieron que las fibras de cáñamo residuales pueden convertirse en supercondensadores ultrarrápidos que funcionan mejor que el grafeno. El grafeno es un material único de carbono sintético más fino que el papel de aluminio, pero lo suficientemente fuerte como para ser a prueba de balas y uno de los materiales más conductores del mundo.

¿Cómo funcionan los condensadores?

Los condensadores almacenan carga eléctrica en dos o más conductores separados por un aislante. Tienen una densidad de energía excepcional, pero son más eficientes y tienen una vida más larga cuando la energía se extrae lentamente y de forma controlada.

Por lo tanto, los condensadores se utilizan a menudo como ayuda de la batería durante las actividades intensas del motor. La carga que puede mantener un condensador está directamente relacionada con el material del que está hecho. Por tanto, los materiales altamente conductores son mejores condensadores.

El grafeno mantiene una enorme carga y la libera casi instantáneamente, por lo que se carga tan rápido como sea necesario. El cannabis parece ser una gran alternativa. Los supercondensadores de alto rendimiento basados en el cáñamo podrían cambiar por completo la forma en que producimos y utilizamos la energía.

Uso del cáñamo en la producción de supercondensadores

En 2014, durante un experimento, cocinaron las fibras de cannabis residuales. Los convirtieron en una nanoplancha de carbono mediante un proceso llamado síntesis hidrotérmica. Una vez hervida la superficie, la lignina y la hemicelulosa se disolvieron, dejando sólo la nanocapa, que formó los electrodos.

La adición del líquido iónico produjo un supercondensador que funciona en un amplio rango de temperaturas, tiene una alta densidad energética y muestra uno de los mejores rendimientos en términos de carbono. Se dice que estas nanoplanchas de carbono de cannabis superan en un 200% el rendimiento de los supercondensadores estándar.

Mucho más barato y respetuoso con el medio ambiente

Puede que el cáñamo no sea capaz de hacer todo lo que el grafeno, pero funciona muy bien como almacenamiento de energía y cuesta entre 500 y 1.000 dólares la tonelada, mientras que el grafeno cuesta ¡2.000 dólares el gramo!

Países como Canadá, China y el Reino Unido dependen en gran medida del cáñamo industrial para la confección, la joyería, los materiales de construcción y otros productos. Pero envían los residuos del cáñamo al vertedero, lo que es una locura, sabiendo lo útil que podría ser. Todo, desde los coches eléctricos hasta las herramientas eléctricas, puede utilizar supercondensadores.

El potencial del cannabis ya atrae a las grandes empresas. En 2018, el fabricante de motocicletas eléctricas Alternet anunció que estaba desarrollando un tren motriz alternativo para sus motocicletas eléctricas ReVolt.

La prohibición frena el auge

Ya sabemos que el cáñamo puede utilizarse para fabricar biocombustible. Ahora que los residuos de cáñamo que se habrían convertido en desechos pueden utilizarse para fabricar condensadores, no hay quien nos pare. De hecho, es posible que el cáñamo pueda sustituir al litio en el futuro, lo que tendría un impacto muy positivo en el medio ambiente.

El verdadero florecimiento del cannabis sólo se ve obstaculizado por la prohibición mundial. Esperemos que no se siga descuidando el potencial del cannabis y que pueda contribuir plenamente a mejorar nuestro mundo.

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Fuente del artículo : https://softsecrets.com/

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