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La esclerosis lateral amiotrófica, también conocida como ELA o enfermedad de Lou Gehrig, en honor a la leyenda del béisbol, es una enfermedad debilitante que afecta a unas 30.000 personas en Estados Unidos en un momento dado. Tal vez recuerde la moda de la ELA del verano pasado, cuando todo el mundo decidió echarse hielo en la cabeza para concienciar y recaudar fondos para la investigación de esta enfermedad.
La ELA es una enfermedad neurológica degenerativa que provoca debilidad muscular, atrofia y parálisis de las extremidades, así como de los músculos que controlan funciones vitales como el habla, la deglución y la respiración. A menudo, el deterioro de estos importantes músculos conduce a la insuficiencia respiratoria; incluso con ayudas respiratorias o una traqueotomía, existe riesgo de insuficiencia respiratoria.
El diagnóstico de ELA es devastador y puede significar una sentencia de muerte para muchos. La esperanza de vida media de una persona con ELA es de dos a cinco años. Sin embargo, más de la mitad de las personas con ELA viven más de tres años tras el diagnóstico, y sin duda hay casos atípicos como el de Stephen Hawking, una de las personalidades más conocidas con ELA. Hawking fue diagnosticado en 1963 y hoy, más de 30 años después, se encuentra entre el 5% de personas diagnosticadas de ELA que viven más de 20 años tras el diagnóstico.
Hace tiempo que se sabe que el cannabis es una opción terapéutica viable para aliviar los síntomas de la ELAPero los resultados más sorprendentes los han obtenido varios pacientes de ELA que han conseguido ralentizar la progresión de la enfermedad con dosis regulares y controladas de aceite de cannabis.
Bob Strider padecía los síntomas de la ELA desde 1998, en particular la pérdida de funcionalidad de su brazo derecho y dificultades para tragar. Aficionado al cannabis, había sido un gran consumidor durante décadas, lo que, según él, ralentizó lenta pero constantemente la progresión de su enfermedad. En 2012, Strider empezó a elaborar sus propios aceites de cannabis, ingiriendo alrededor de un gramo al día durante 60 días. En 10 días recuperó el control de su brazo derecho y pudo dejar de tomar opiáceos para tratar el dolor.
Otro caso notable es el de Cathy Jordan, a quien diagnosticaron ELA en 1986 y le dieron menos de cinco años de vida. En el invierno de 1989, Jordan estaba de vacaciones en Florida, preparándose para el final de su vida, cuando hizo un descubrimiento crucial. Una noche, paseando por la playa, se fumó un porro de Myakka Gold y sintió que sus síntomas cesaban, experimentando los efectos neuroprotectores del cannabis antes de que estuvieran demostrados. Jordan nunca pretendió ser una activista del cannabis, prefirió seguir tratando su enfermedad en silencio. Cuando en 1989 intentó contarle a su neurólogo que el cannabis la había ayudado, éste trató de convencer a su marido para que la ingresara en un centro psiquiátrico. En 1994, Jordan conoció a un nuevo médico que se sorprendió de sus progresos. Cuando le preguntó qué había hecho para seguir viva, ella se lo contó y él le aconsejó: «Fuma todo el cannabis que puedas y no se lo digas a nadie porque no te creerán.
Por desgracia, Donnie Clark, el cultivador de Myakka Gold (llamada así por la región de Myakka, en Florida), fue detenido y enviado a prisión durante 12 años hasta que el ex Presidente Clinton conmutó su pena. La propia variedad, que Jordan cree que detuvo la progresión de su ELA, ha sido erradicada desde entonces por la DEA.
Sin embargo, Cathy Jordan acabó convirtiéndose en la inspiración de la Enmienda 2, la iniciativa sobre marihuana medicinal de Florida, que fue derrotada el pasado noviembre. Irónicamente, el 25 de febrero de 2013, el mismo día en que se anunció la enmienda de Cathy Jordan sobre el cannabis medicinal, el domicilio de Jordan fue allanado y las autoridades locales se incautaron de 23 plantas. Sin embargo, los cargos fueron retirados cuando se supo que consumía cannabis con fines medicinales.
Ahora, años después, cada vez hay más investigaciones concluyentes que sugieren que automedicarse a estos pacientes fue útil después de todo. Los datos preclínicos demuestran que el cannabis tiene potentes efectos antioxidantes, antiinflamatorios y neuroprotectores y que, consumido regularmente, puede ralentizar la progresión de la enfermedad y prolongar la vida de los afectados por la ELA. La esclerosis lateral amiotrófica puede acogerse a programas de marihuana medicinal en los estados de Delaware, Washington, D.C., Georgia, Illinois, Maine, Massachusetts, Michigan, Nueva Jersey, Nuevo México y Nueva York. Sin embargo, a medida que surgen resultados de investigación cada vez más prometedores, los programas de marihuana medicinal de otros estados deben seguir el ejemplo y permitir a los pacientes que sufren el derecho a tratar esta terrible enfermedad con cannabis si puede darles aunque sea un poco de alivio.
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Published by Sakul
17/02/2023choose and buy cannabis seeds from our offer
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