Cómo aumentar la producción de tricomas en el cannabis

Para los aficionados a los extractos de cannabis sin disolventes, la mayoría estará de acuerdo en que un hachís de fusión completa bien limpio es lo mejor que se puede fumar. El cribado de esta calidad parece arena blanca y fina, pero si se observa más de cerca, los pequeños orbes espumosos parecen casi suspendidos en diminutas formaciones parecidas a nubes. Bajo el microscopio, miles de diminutas cabezas de tricomas aparecen perfectamente separadas de sus tallos acolchados, recogidas como bayas frescas de una cesta. Una pizca puede ser tan aromática como una colonia y puede golpear tu nariz con un aluvión de aromas.

Producción de tricomas : Del cultivo a la cosecha y más allá

El cultivo de tricomas es más una filosofía que una práctica. En esencia, el concepto puede dividirse en dos principios rectores: la proliferación y la conservación de los tricomas. Juntos forman un mantra para producir el cannabis de mayor calidad del mundo. En todas las fases del cultivo, la cosecha, el curado y la extracción del cannabis, la preservación y la proliferación de tricomas siguen siendo las dos fuerzas rectoras para maximizar el potencial de la resina.

Maximizar los tricomas en las flores de cannabis empieza con la genética

Conseguir flores con tricomas es un viaje que comienza con la elección de la genética adecuada. Algunos genotipos de cannabis producen una mayor concentración de tricomas que otros. Seleccionar y adquirir genéticas con altos rendimientos deseables es la única forma de construir una base sólida para una producción suficiente de tricomas.

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Hábitat de cultivo y producción de tricomas

Después de la genética, el elemento más importante a tener en cuenta para maximizar la producción de resina es el hábitat de cultivo. Aunque un determinado genotipo puede estar predispuesto a una elevada producción de tricomas, si no se beneficia de las condiciones de cultivo adecuadas, su potencia puede ser insuficiente.

La cantidad de tricomas no equivale necesariamente a la producción de cannabinoides y terpenos en la cabeza del tricoma. En estos factores influyen en gran medida los factores ambientales que se producen durante el ciclo de floración de una planta. Entre la plétora de factores ambientales que entran en juego al cultivar cannabis, variables como el espectro de luz, la absorción de nutrientes, los ciclos de riego, la temperatura, la humedad y la circulación del aire tendrán un impacto significativo en la formación de resina y la producción de cannabinoides.

Evita el contacto con los tricomas de la flor de cannabis

Otra consideración muy importante a la hora de cultivar tricomas es minimizar el contacto con las flores de cannabis. Los tricomas son muy sensibles y estallan al contacto. Cualquier interacción física con las flores de cannabis durante la fase de floración puede comprometer la integridad de los tricomas. Si tiene que manipular las flores, es muy importante que sea lo más cuidadoso posible. Al cosechar, se aplica el mismo concepto: cualquier manipulación innecesaria provocará en la mayoría de los casos la pérdida de tricomas.

Producción de tricomas y temperatura

Además de la interacción física, el calor es otro enemigo importante de la formación de resina. Durante el cultivo, mantener las temperaturas lo más bajas posible favorece la producción. Está ampliamente aceptado que al final del ciclo de floración de una planta de cannabis, el mantenimiento de temperaturas bajas desencadena una mayor producción de resina. Durante la cosecha, también es importante mantener una temperatura fresca constante. Se puede perder mucho progreso si entran en juego altos niveles de calor en cualquier fase del proceso de cultivo, recolección y secado.

Una forma fácil de saber si el calor está afectando a tu cosecha es olerla. Las cabezas de tricomas alteradas y las expuestas al calor desprenderán aromas penetrantes. Este delicioso olor no es más que la descomposición de los tricomas por el calor y/o la agitación. Sin embargo, tenga cuidado con las temperaturas demasiado bajas durante la cosecha. A temperaturas cercanas a cero e inferiores, los tricomas se separan fácilmente de la marihuana.

Recoger los tricomas en el momento adecuado

En Internet circulan multitud de guías populares para maximizar la producción de resina. Desde la privación de luz hasta la mutilación de las plantas (cortarlas o pincharlas para estresarlas), estos consejos y trucos varían en su eficacia. Lo más importante a la hora de exponer tu planta a condiciones inusuales es comprobar constantemente que goza de buena salud.

En las últimas fases del ciclo de floración de una planta, un factor crucial para conservar los tricomas es cosecharlos en el momento adecuado. Con la ayuda de una lupa barata, puedes identificar el color de la cúpula glandular de un tricoma para determinar el momento ideal para cosecharlo. Cuando los tricomas son claros y translúcidos, aún no están listos y todavía producen valiosos cannabinoides. Cuando empiezan a perder su opacidad y se vuelven de color blanco lechoso, indica que tus plantas están casi listas para ser cosechadas.

Para obtener la máxima producción de resina y potencia, es esencial cosechar los tricomas cuando hayan pasado de un color blanco lechoso a un tono ámbar. Al igual que la fruta, los tricomas están en la cima de su sabor justo antes de volverse. El cambio de color a un tono predominantemente ámbar es un claro indicador de que los tricomas han alcanzado el punto álgido de su ciclo de desarrollo.

En cada etapa del proceso de cultivo hay oportunidades para tomar decisiones a favor de la producción de resina. Para quienes buscan flores potentes y llenas de tricomas, es esencial adoptar algunas de estas técnicas de cultivo de tricomas.

La conservación y proliferación de los tricomas depende del respeto que se les preste durante el proceso de cultivo y cosecha. Adoptar la filosofía de la preservación de los tricomas es esencial para maximizar la producción, la potencia y la conservación de la resina. Para los fabricantes de hachís, el cultivo de tricomas es la única forma de conseguir una calidad superior. Sin estas prácticas, productos como el hachís o la cera no podrían existir.

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